Encarna Mateos
Directora de Calidad, Medio Ambiente y Energía
El sector de la construcción y el desarrollo de infraestructuras es estratégico para avanzar hacia un modelo económico más circular, dada su relevancia en el consumo de recursos y la generación de residuos. Sin embargo, aún persisten importantes desafíos: los residuos de construcción y demolición (RCD) representan un tercio del total de residuos generados en la Unión Europea, y las tasas de circularidad en países como España siguen siendo bajas en comparación con otros países europeos.
Frente a este contexto, la economía circular se presenta como una estrategia transformadora que permite rediseñar procesos, reducir impactos ambientales y mejorar la eficiencia. Para lograrlo, es imprescindible una acción coordinada de todos los agentes de la cadena de valor, integrando principios circulares desde el diseño hasta la operación. Para mí, estos son 10 focos clave, para avanzar hacia un modelo circular:
1. Cambio de mentalidad
Evolucionar del modelo lineal (diseñar–construir–usar–demoler) hacia un enfoque circular (diseñar–reutilizar–usar–reciclar–mantener–regenerar), integrando criterios de circularidad desde la fase de diseño y fomentando la colaboración entre todos los agentes del ciclo de vida de la infraestructura.
2. Fomento del mercado de materias primas secundarias
Impulsar medidas regulatorias y económicas que generen demanda de materiales reciclados y reutilizados, incluyendo certificaciones de calidad, estándares técnicos y mecanismos de trazabilidad que aporten confianza al mercado.
3. Apoyo a la innovación
Mantener programas de financiación como los incluidos en el PRTR (Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia) y los PERTE (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica), orientados a proyectos que promuevan soluciones circulares en construcción, gestión de residuos y digitalización. Es clave simplificar el acceso a estas ayudas.
4. Digitalización y gestión de datos
Promover el uso de herramientas como BIM (Building Information Modeling), gemelos digitales y plataformas colaborativas que permitan gestionar información sobre materiales, mantenimiento y reutilización.
5. Marco regulatorio armonizado
Establecer una normativa coherente y estable a nivel europeo, estatal y autonómico, que facilite la aplicación de criterios circulares, la homologación de materiales reciclados y la inversión en soluciones sostenibles.
6. Compra pública ecológica
Incorporar criterios ambientales en los pliegos de contratación pública, valorando propuestas que integren principios de economía circular y estableciendo mecanismos de seguimiento para garantizar su cumplimiento.
7. Alianzas público-privadas
Fomentar la colaboración entre administraciones, empresas, centros tecnológicos y universidades para desarrollar estándares, metodologías y proyectos piloto que impulsen la circularidad en el sector.
8. Transparencia en la cadena de suministro
Establecer sistemas de trazabilidad que permitan compartir información sobre el origen, composición y destino de los materiales, facilitando su reutilización y reciclaje.
9. Formación y sensibilización sectorial
Promover la capacitación de todos los actores de la cadena de valor —arquitectos, ingenieros, empresas, fabricantes, clientes— en los principios, herramientas y beneficios de la economía circular.
10. Revalorización del residuo como recurso
Impulsar la aceptación de materiales reciclados como alternativa viable, promoviendo su uso en nuevos procesos constructivos y reduciendo la dependencia de materias primas vírgenes.
Hace años, en Sacyr decidimos dar un paso firme hacia la transformación circular, superando el modelo lineal tradicional y apostando por un enfoque regenerativo en todos nuestros proyectos.
El Plan Residuo Cero se ha consolidado como el principal instrumento para alcanzar nuestros objetivos de economía circular, desplegando líneas de acción concretas en todas las áreas de actividad de la compañía.
Este plan establece tres objetivos clave: alcanzar un 80 % de residuos reutilizados, reciclados o valorizados cada año; reducir progresivamente los residuos peligrosos en un 1 % anual; y lograr que el 80 % de los residuos de construcción y demolición no peligrosos también sean valorizados.
Los resultados ya son visibles en nuestros proyectos: más del 93 % de los residuos de construcción y demolición han sido valorizados, más del 92 % de los residuos totales han sido reciclados o reutilizados, y más del 20 % de los materiales empleados provienen de fuentes sostenibles. El Plan Residuo Cero nos permite consolidar un modelo circular en toda la organización, alineando esfuerzos, generando sinergias y reforzando nuestro compromiso con un futuro más responsable.

















